
17 Jun Caldo de huesos y verduras de aprovechamiento
Estamos en la semana del cuidado de nuestra mucosa digestiva e intestinal, y para ello, nada como darse un homenaje con este Caldo de huesos y verduras de aprovechamiento, de gran riqueza remineralizante y de puro aprovechamiento.
A diferencia del Caldo vegano reparador del intestino, éste lo vamos a hacer a fuego muyyyyy lento y junto con un buen vinagre probiótico de manzana sin pasteurizar (o limón) para extraer y que pase al agua, todo el colágeno de los huesos y cartílagos.
Yo uso una olla de cocción lenta “slow cooker” que al ser eléctrica, me permite hacer cocciones lentas de 24 y 48 horas seguidas, sin tener que estar pendiente del fuego, y pudiendo así seguir con mis tareas del día. Una maravilla, pero puedes hacer esta receta con una olla grande y normal, simplemente vigilando con mayor frecuencia el fuego.
Gracias a su contenido en condroitina, glucosamina y en minerales como el calcio y el magnesio, ésta pócima medicinal va a mimar todos nuestros tejidos (piel, cabellos y uñas y mucosas), articulaciones y huesos. También va a favorecer la reparación de todo intestino permeable, irritable y excesivamente poroso, sumando bienestar para nuestras células y bacterias.
Un Caldo de huesos y verduras de aprovechamiento económico y 100% recomendable para quién quiera mimar su epicentro: microbiota intestinal y su hogar.
¿Listos para recuperar la integridad de nuestra gran barrera protectora? Allá vamos…
Ingredientes para el Caldo de huesos y verduras de aprovechamiento
- 1,5 kg de huesos (de pollo o de ternera de pasto ecológicos)
- 2 c.soperas de vinagre de manzana sin pasteurizar , o limón en su defecto
- 2,5- 3 litros de agua (piensa que algo se reducirá)
- 2 dedales de jengibre fresco
- 1 puñado de algas wakame
- 2 dientes de ajo
- 1/2 hinojo
- tallos y hojas verdes de aprovechamiento (la parte dura de los espárragos, las hojas de apio, el tallo verde de la cebolleta y del puerro…)- cuantos más, mejor –
- 1 c.sopera de tomillo seco
- 5 ramas de cilantro fresco
- 1/2 nabo fresco
Elaboración
- Calentar el horno a 200 grados, y asar los huesos durante unos 40 minutos, hasta que queden bien dorados (así mejorarás el sabor y potenciarás su aroma). Sacar del horno y reservar (aprovecha para disfrutar del tuétano si lo hay). Puedes saltarte este paso si tus huesos proceden de restos de otra receta.
- Colocar los huesos en la olla y añadir el resto de ingredientes.
- Añadir el agua hasta cubrir las verduras y huesos (piensa que algo se reducirá).
- Mezclar bien y dejar reposar unos 10 minutos.
- Encender la olla eléctrica en modo cocción high y cuando empiece a hervir, bájalo al modo low. O en una olla normal, déjalo a fuego vivo hasta que rompa a hervir, y luego bájalo a fuego lento.
- Una vez se haya reducido el caldo a tu gusto (yo lo dejo entre 24 y 48 horas), colarlo y dejarlo enfriar en un tupper de vidrio.
- Llevarlo a la nevera para que la grasa pueda solidificarse y retirarla al día siguiente, es muy fácil.
- Ya podemos consumir nuestro caldo enfriado, haya gelatinizado o no, no te preocupes por eso, todo lo bueno estará en cada cucharada.
- A disfrutar de día como de noche
¡Reparación intestinal llena de aroma!
Merce Fabregas
Publicado a las 07:51h, 18 junio¿Por qué hay que cocer los huesos antes de meterlos a la olla?
mareva
Publicado a las 11:10h, 22 junioHola Mercè, si te fijas en el punto 1 lo explico, es para mejorar el sabor y aroma del caldo 😉
Espero lo disfrutes!!